¡Hola! Josefina era un ama de casa muy dedicada a sus dos hijos, Agustín de 8 años y María de 6. Una mañana decidió prepararles el desayuno como de costumbre, sólo que esta vez la dieta se basaba en ricos y nutritivos huevos revueltos.
Esta abnegada madre cometió un grave error al cocinar la comida que le costó la vida a sus hijos. Lo peor del caso es que ese mismo error lo cometen miles de personas sin darse cuenta.